Infantil

La infancia es una etapa de crecimiento y descubrimiento constante, donde las emociones, los aprendizajes y la imaginación se entrelazan en un proceso de desarrollo único. El mundo del niño está lleno de curiosidad, esperanza y posibilidades, aunque también de fragilidad y sensibilidad. Es una etapa decisiva para el crecimiento emocional y personal, en la que cada experiencia deja huella y cada vínculo influye en cómo el niño aprende a sentirse seguro, valorado y capaz.

Cada momento del desarrollo presenta desafíos propios, y la presencia, la escucha y el acompañamiento del adulto son esenciales para que niños y niñas se sientan comprendidos y puedan desplegar todo su potencial.

Un espacio para jugar, sentir y crecer

¿Qué señales pueden indicar que un niño necesita apoyo emocional o acompañamiento?

A lo largo de su crecimiento, los niños atraviesan distintas etapas y transformaciones emocionales, sociales y cognitivas que, en ocasiones, pueden resultar desafiantes y generar malestar o desajustes emocionales. Estas señales pueden aparecer de forma sutil o manifestarse en su comportamiento, en su manera de relacionarse o en su bienestar general, expresándose a veces mediante rabietas, inseguridades o dificultades para vincularse, comunicarse y relacionarse con los demás. Reconocerlas a tiempo permite ofrecerles el acompañamiento que necesitan para recuperar su equilibrio y fortalecer su desarrollo.

Emociones y autoestima

Ansiedad, miedos, inseguridades, tristeza, desmotivación, baja autoestima, perfeccionismo o autoexigencia.

Regulación emocional y conducta 

Impulsividad, rabietas, frustración, ira o dificultad para aceptar límites y mantener la calma.

Relaciones y socialización

Retraimiento, aislamiento, sensación de soledad, conflictos con iguales o familiares, celos o dificultades de apego.

Procesos de cambio y adaptación

Separación de los padres, divorcio, adopción, traslados, llegada de un hermano o cambios escolares.

Acoso y exclusión escolar

 Experiencias de bullying (físico, verbal, social o digital), inseguridad, pérdida de confianza o malestar emocional.

Comunicación y expresión emocional 

Dificultad para identificar y expresar emociones, bloqueos emocionales, hipersensibilidad o timidez.

Autonomía y desarrollo personal

Miedo al error, exceso de responsabilidad, inseguridad o dificultad para disfrutar del juego y las actividades cotidianas.

Convivencia y resolución de conflictos

Reacciones impulsivas, falta de empatía y dificultad para defender límites y mantener una comunicación respetuosa.

Relaciones familiares

Celos, conflictos, dependencia emocional o necesidad constante de aprobación.

Pérdidas y duelos

Experiencias de pérdida afectiva o cambios significativos en el entorno familiar.

Motivación

Falta de iniciativa, desmotivación, evitación de tareas o necesidad de apoyo para fortalecer la confianza y la independencia.

Cuerpo y bienestar emocional

Tensión, somatizaciones, alteraciones del sueño o de la alimentación vinculadas al malestar emocional.

En Henko, cada una de estas señales se aborda desde una mirada integradora y respetuosa, acompañando al niño y a su familia en el proceso de comprender lo que ocurre, recuperar la calma y fortalecer los recursos internos que favorecen su bienestar y desarrollo pleno.

En Henko, el acompañamiento a la infancia parte de una mirada integradora, dinámica y flexible, centrada en las necesidades y potencialidades de cada niño. Se reconoce la singularidad de cada proceso y la importancia de ofrecer un entorno seguro, donde el niño se sienta mirado, comprendido y libre para expresarse.

A través del juego, la imaginación y la expresión creativa, se facilita la exploración, comprensión y regulación de las emociones, ayudando a transformar las experiencias en aprendizajes significativos y en recursos para su crecimiento personal.

Desde un enfoque basado en la disciplina positiva y la crianza respetuosa, ofrezco un espacio de apoyo, acompañamiento y contención que favorece el fortalecimiento de la autoestima, el desarrollo de habilidades emocionales y la construcción de vínculos familiares y sociales más sanos.

Durante las sesiones, se acoge todo lo que el niño expresa, respetando su ritmo y su forma de comunicarse, comprendiendo que muchas veces lo que manifiesta a través de su conducta refleja aquello que aún no puede expresar con palabras.

Acompañando su crecimiento emocional

Acompaño a cada niño en su proceso de desarrollo, ayudándole a transformar las dificultades en oportunidades para crecer con confianza, equilibrio y bienestar. Sentirse mirado, acompañado y comprendido en esta etapa es fundamental para construir una base emocional sólida que sostenga su bienestar presente y futuro. 

Henko es un espacio seguro, de respeto y escucha, donde cada niño puede sentirse acogido y confiado para fortalecer su autoestima, reconocer sus emociones y aprender a gestionarlas con confianza.